Canción fúnebre
Cuando haya muerto, amado,
triste canción no cantes,
ciprés sombrío ni frescas flores
sobre mi tumba derrames.
Cúbreme verde hierba
de lluvia humedecida,
y si quieres, recuerda,
y si quieres, olvida.
Ya no he de ver la penumbra,
ni el rocío sentir,
ni el canto -triste como un lamento-
del ruiseñor oír.
Soñando en un crepúsculo,
ni alba ni atardecer,
puede ser que recuerde,
que olvide puede ser.
triste canción no cantes,
ciprés sombrío ni frescas flores
sobre mi tumba derrames.
Cúbreme verde hierba
de lluvia humedecida,
y si quieres, recuerda,
y si quieres, olvida.
Ya no he de ver la penumbra,
ni el rocío sentir,
ni el canto -triste como un lamento-
del ruiseñor oír.
Soñando en un crepúsculo,
ni alba ni atardecer,
puede ser que recuerde,
que olvide puede ser.