Nada se estructura externamente en 25 capítulos de extensión diversa que, a su vez, dividen la obra internamente en tres partes diferenciadas (podemos clasificarla como clásica). Es un relato lineal narrado en primera persona desde una perspectiva temporal no muy alejada –apenas unos años después de los hechos-. Aparentemente posee un final propio de estructura abierta, como si pudiera continuar la acción en Madrid, aunque lo cierto es que el tiempo transcurrido en Barcelona es ya una puerta cerrada que nunca más se abrirá. No es un relato de acción, pero mantiene el interés de la lectura mediante pinceladas, descripciones a grosso modo, impresiones y presencia de elementos incompletos que obligan al lector o lectora a reconstruir el decorado y la trama con su imaginación.
Se puede dividir en tres partes: -Capítulos I-IX: desde la llegada de Andrea a Barcelona hasta la partida de Angustias. -Capítulos X-XVIII: nuevas ilusiones, fiesta en casa de Pons, cambios en la forma de ser de Andrea. -Capítulos XIX-XXV: Román y sus secretos. Clímax. Partida hacia Madrid.
Esta división se corresponde con los estados emocionales de Andrea, que podemos clasificar en:
-Primera parte: llegada, decepción y triunfo ante el problema que le plantea Angustias. -Segunda parte: superación de dificultades diversas (hambre, malos tratos a Gloria, universidad...) -Tercera parte: el desencanto por la tragedia. Pérdida final de ilusiones. Viaje.
Personajes
-Andrea: Es la narradora, personaje protagonista y testigo. Su historia es la de una huérfana de dieciocho años que abandona el pueblo en el que vivía con su prima Isabel y va a la casa de sus abuelos –para estudiar en la universidad de Barcelona- cargada de ilusiones. El tiempo y las circunstancias se encargarán de desvanecerlas. Es observadora de la realidad, de la arquitectura, de las personas, de las calles, de los ambientes..., y sabe transmitir con frases cargadas de sensibilidad sus impresiones más íntimas. Carmen Martín Gaite la definió como chica rara, es decir, personaje fuera de los estereotipos marcados por las protagonistas de novelas. Su aspecto físico no queda definido más que por la delgadez y por la ausencia de coquetería. Su personalidad se corresponde con la de una chica tímida pero fuerte de carácter, que valora su independencia y busca la libertad. Al principio, la familia despierta en ella una fuerte curiosidad y hasta simpatía, pero pronto descubre que se trata de un grupo de desequilibrados a los que las experiencias de la guerra y la difícil situación en la que les ha tocado vivir, marcada por el hambre y la miseria, les ha llevado a la locura. La joven busca refugio en sus amistades universitarias, un mundo bien distinto del de sus familiares, pero que al cabo de un tiempo, también la decepciona. La única que la entiende es Ena, a pesar de la diferencia social que existe entre ambas. Al final, angustiada por los acontecimientos del último año vivido, ve en la oferta de su amiga Ena la tabla de salvación y abandona Barcelona aparentemente sin llevarse nada, aunque sí lleva en su “equipaje” una serie de duras vivencias que forjan su madurez.“Bajé las escaleras, despacio. Sentía una viva emoción. Recordaba la terrible esperanza, el anhelo de vida con que las había subido por primera vez. Me marchaba ahora sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba: la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el amor. De la casa de la calle de Aribau no me llevaba nada. Al menos, así creía yo entonces”.
-Román es su tío, un pintor, aventurero, donjuán, capaz de fascinar a las mujeres –Gloria, Ena, la madre de Ena y la propia Andrea- y que ejerce un papel de dominio psicológico sobre el resto de familiares de la casa. Parece vivir apartado de la casa, en la buhardilla del edificio, donde mantiene largas conversaciones con Andrea. Pero posee un lado oscuro en su personalidad de conquistador, se comporta como un tirano capaz de humillar, ningunear o de pelearse con su propio hermano. Es un personaje controvertido y clave en la novela. Al final, no puede ocultarse a sí mismo su fracaso, de ahí su trágico final.
-Ena es la gran amiga de Andrea. Su inteligencia y seguridad en sí misma atraerá a Andrea, que verá en ella unmodelo de conducta. Si bien su relación atraviesa por altibajos y por interferencias –relación con Román-. Ena descubre que su madre tuvo una relación con el tío Román y se empieza a obsesionar con él. Desea conocerlopero a Andrea no le hace mucha gracia, pues no le gusta que sus dos mundos se mezclen. Al final, Ena conoce asu tío y comenzará una extraña relación con él. Su objetivo es vengarse, quiere humillarlo al igual que hizo este con su madre. Ena será la puerta abierta a las clases sociales altas y al futuro lejos de la angustia familiar.
-Angustias, tía solterona de Andrea, desempeña un papel opresivo, censor de las costumbres y con una doble moralidad. Su imagen está teñida de desequilibrio hasta el final de su aparición, cuando se recluye en un convento. Cuando Angustias abandona la casa, Andrea respira con alivio y empieza una nueva época en su estancia en Barcelona. Algunos críticos la relacionan con la madrastra de Carmen Laforet, mujer al parecer histérica que chocó con su hijastra y provocó la salida de Canarias.
-Juan, también tío de Andrea, es pintor pero sin el talento, ni el atractivo de su hermano Román. Muestra una frustración por su fracaso matrimonial, familiar y económico. Sus relaciones conyugales –con presencia de maltratos- y fraternales son tortuosas, muestran un carácter violento, brutal, despiadado y a veces repulsivo.
-Gloria es la mujer de Juan. Se asemeja a Andrea en sus ansias de libertad, aunque no tiene voluntad suficiente para romper con la familia, las ataduras, los maltratos y mantiene una vida apática en una casa en la que se siente atrapada.
-La abuela aparece como una figura maternal que acoge con ternura a Andrea, capaz de sacrificios por la familia, religiosa y llena de fervor sincero, pero también esun ser atormentado que calla ante las injusticias familiares y que muestra las crudas cicatrices de la miseria, de la guerra y de la pérdida de su marido.
-La madre de Ena, Margarita, aparecerá en escena con una sorprendente relación con Román y con una charla que inspirará confianza a Andrea. Junto con su marido y la voluntad de Ena, serán los agentes positivos de la novela que motivarán la partida de Andrea hacia Madrid.
-Los pretendientes rechazados: Gerardo es el chico que da a Andrea su primer beso, sin embargo, le resulta repulsivo y engreído. Pons tampoco es el pretendiente ideal, pues se pincela como un joven infantil, frívolo e interesado en el dinero. -Los burgueses: En el círculo de Ena aparecen personajes cuya función es la de perfilar el estatus de la burguesía barcelonesa, como Margarita, Guíxols, Pons, Jaime o Iturdiaga. Andrea los identifica con la felicidad, pero en la fi esta de Pons se percatará de que no pertenece a este estrato social.
Temas
Los temas básicos que plantea en la estructura interna son variados, los más importantes pueden catalogarse en: búsqueda de la libertad, deseo de liberación femenina, lucha contra ciertos patrones de la sociedad, búsqueda de un modelo femenino, rechazo del matrimonio y del amor romántico, pero no de la maternidad, crítica a los tópicos románticos, retrato de la sociedad catalana de la posguerra, la amistad, la violencia doméstica, el gregarismo y la tiranía psicológica, etc. Por otro lado, destaca el apoliticismo de la autora, dado el contexto franquista del momento (la familia se sitúa en el bando de los vencedores pero apenas se nota que obtengan beneficios), parece como si la autora no quisiera entrar en temas polémicos y practicara en su forma de escribir una censura propia. Otras interpretaciones afirman que realiza un retrato social como el reflejo de una sociedad vacía, sin esperanzas ni libertades.
Espacios
El espacio físico de la novela Nada no es un sencillo decorado, es un entorno existencial que condiciona a todos los personajes, especialmente a Andrea. Podemos dividirlo en dos bloques:
ESPACIOS INTERIORES: LA CASA DE LA CALLE ARIBAU Representan la miseria económica, la falta de esperanza y la frustración. Son sucios, sórdidos, ruinosos, sombríos. Cuarto de Andrea/Refugio ante las incidencias familiares Cuarto de baño/El agua: símbolo de limpieza física y moral Buhardilla de Román/Entorno de artista solitario, de bohemia y de charlas Otras dependencias de la casaCocina, cuarto de Gloria...
ESPACIOS EXTERIORES: LA CIUDAD DE BARCELONA Y ALREDEDORES Representan la libertad, el mundo nuevo para Andrea, la cultura, la historia, el amor, las costumbres, las clases sociales... Ofrecen la luz, las novedades, la amistad, referencias a la miseria Estación de Francia/Puerta de entrada a Barcelona Universidad/Puerta de la cultura, estudios de Filosofía y Letras Estudio de Guíxols/Puerta de la amistad Casa de Ena y de Pons/Puerta abierta a la clase alta Barrio Chino/Toma de contacto con la clase baja Ramblas, Boquería, Catedral... /Conocimiento de ambientes de la ciudad Santa María del Mar, puerto/Observación de ciertos restos de la guerra Excursiones por la costa/Convivencia, amistad, contacto con la clase alta.
En sus entrevistas, Laforet afirmó que Barcelona era un mero telón de fondo de Nada. Sin embargo, la simbología es patente en los ambientes. Se muestran principalmente dos espacios diferenciados y dicotómicos: la casa de la calle Aribau y Barcelona. Ambos son lugares antagónicos entre sí, puesto que el primero es metáfora de la muerte, la opresión, la angustia, la pobreza… mientras el segundo encarna la vida, la libertad, la despreocupación y la riqueza.“El olor especial, el gran rumor de la gente, las luces siempre tristes, tenían para mí un gran encanto, ya que envolvía todas mis impresiones en la maravilla de haber llegado por fi n a una ciudad grande, adorada en mis sueños por desconocida”.Como muestra este breve fragmento, la construcción de Barcelona es sinestésica, se produce a través de los sentidos (el olor, el rumor, las luces), lo que desemboca en una mirada también subjetiva. Se usa la ciudad para plasmar la realidad inmediata y a veces tiene tintes de denuncia (no todo es lo que parece ni las expectativas se cumplen).
Tiempo
En cuanto al tiempo externo, Nada se ambienta en la España de postguerra, en los primeros años 40. Las alusiones al hambre, al racionamiento y a la miseria de la familia son una constante que determina el tiempo.El tiempo interno de la novela corresponde a un curso académico de Andrea en la universidad y se relata de manera lineal. El lector conoce el transcurso del tiempo gracias a las alusiones y descripciones de las estaciones del año y a fechas concretas, como Nochebuena. La novela se centra en el tiempo presente de Andrea, pues las alusiones al pasado y al futuro son escasas (algunas analepsis). Del pasado nos cuenta de manera sucinta su visita a la calle Aribau cuando tenía siete años, cuando la situación económica era favorable, y alude a su adolescencia en Canarias. Del futuro no hay alusión. El lector nunca sabe lo que sucede en Madrid, una omisión intencionada para que la sensación final sea la de fracaso de la protagonista.
Narrador y autobiografía
El uso de la primera persona a través de un narrador testigo como es Andrea ha hecho correr ríos de tinta entre los críticos literarios sobre el cariz autobiográfico de la obra. Laforet usa la primera persona para reforzar la verosimilitud, pues Andrea se convierte en el altavoz del resto de personajes, que recoge sus argumentos e historias vitales sin intervenir. Por otra parte, esta elección de narrador es una de las características de la novela existencial de la época. En ocasiones, Andrea se convierte también en narrador omnisciente, sobre todo cuando adelanta acontecimientos posteriores y cuando selecciona los pasajes de su pasado que quiere narrar.El uso de la primera persona favorece que Laforet ahonde en el intimismo de Andrea, lo que se ha interpretado como la propia vida de la autora, dados los paralelismos biográficos que existen. Dichas similitudes supusieron diversos enfrentamientos entre Carmen Laforet y su familia por el ambiente opresivo y angustioso que dibuja en su obra. La novela, en definitiva, es un ejercicio de introspección; parece como si al escribir, la novelista quisiera recordar el tiempo transcurrido en Barcelona para aprender de sus experiencias a través de la reflexión.
Estilo
Desde su publicación, la crítica elogió el estilo natural, sencillo y sobrio de Carmen Laforet, y se sorprendió de su gran calidad a pesar de la juventud de la autora. Entre sus cualidades, destaca su estilo bifocal, por un lado impresionista en la presentación de la ciudad, sus edificios, sus barrios; y, por otro, expresionista en la descripción de personajes y en la deformación de sus rasgos. Todo ello para componer una atmósfera con elementos asfixiantes que amplifica las miserias morales de la familia y elimina toda esperanza de futuro compartido. La autora gusta de contraponer imágenes oscuras, claustrofóbicas, pesimistas, violentas –incluido un suicidio-, junto a otras llenas de agua -símbolo de limpieza-, luz, optimismo, amistad o que incluyen un viaje final prometedor.
Los rasgos estilísticos más relevantes se pueden resumir en: -Inclusión de descripciones duras de la realidad pero no minuciosas. -Percepción de los hechos desde un punto de vista sensible e íntimo. -Alternancia del registro culto con párrafos de registro coloquial. -Presencia de diálogos intercalados en la narración y, en menor medida, empleo del estilo indirecto. -Uso frecuente de recursos literarios: metáforas, comparaciones, personificaciones, sinestesias, ironías... -Utilización de la analepsis o retroceso en el tiempo. -Adecuación del lenguaje a cada tipo de personaje.Inserción de palabras catalanas (drapaire, pobreta, nen, noi...)
Interpretación
La crítica que ha analizado la obra define su género como una novela bildungsroman, es decir una obra narrativa decrecimiento personal, de búsqueda de la propia identidad o de aprendizaje –recordemos la edad temprana en la que la autora la publicó-. Andrea, la protagonista, necesita encontrarse a sí misma ante una sociedad hostil, depauperada por la posguerra y llena de escollos. A lo largo de la narración se encuentra con múltiples situaciones que la obligan a evaluarse y a aprender de sus experiencias.