Safo
También llamada Safo de Mitiline o de Lesbos, estamos ante una autora de la que sabemos muy poco. Al parecer perteneciente a la aristocracia, llevó la vida propia de las mujeres de la clase alta, alejadas necesariamente del ambiente de luchas e intrigas políticas; según una tradición que parte de Anacreonte, era homosexual. Se la ha presentado siempre como profesora de una escuela de poesía fundada por ella, lo que es difícil de certificar, aunque sí es cierto que convivía con sus compañeras en un clima distendido y propicio a la contemplación y a la recreación en el arte y la belleza.
De su obra, que al parecer constaba de nueve libros de extensión variada, se han conservado algunos Epitalamios (cantos nupciales para los cuales creó un ritmo propio y un metro nuevo, que pasó a denominarse sáfico) y fragmentos de poemas dirigidos a algunas de las mujeres que convivían con ella.
En ellos se entrevé la expresión de una subjetividad que se recrea en sutiles oscilaciones de ánimo, en un intento de dar forma a la pasión. Safo presenta la pasión amorosa como una fuerza irracional, situada entre el bien y el mal, que se apodera del ser humano y se manifiesta en diversas formas, como los celos, el deseo o una intangible nostalgia, e incluso produce reacciones físicas, como las que describe detalladamente en uno de los poemas que recogemos aquí, el más completo que se ha conservado de ella.
De su obra, que al parecer constaba de nueve libros de extensión variada, se han conservado algunos Epitalamios (cantos nupciales para los cuales creó un ritmo propio y un metro nuevo, que pasó a denominarse sáfico) y fragmentos de poemas dirigidos a algunas de las mujeres que convivían con ella.
En ellos se entrevé la expresión de una subjetividad que se recrea en sutiles oscilaciones de ánimo, en un intento de dar forma a la pasión. Safo presenta la pasión amorosa como una fuerza irracional, situada entre el bien y el mal, que se apodera del ser humano y se manifiesta en diversas formas, como los celos, el deseo o una intangible nostalgia, e incluso produce reacciones físicas, como las que describe detalladamente en uno de los poemas que recogemos aquí, el más completo que se ha conservado de ella.
El otro texto que se recoge en esta selección es el Himno a Afrodita, donde apreciamos como la poeta requiere de la diosa del amor su asistencia. Safo necesita aliviar su dolor y pide a la diosa que, como ha hecho anteriormente, vuelva a prestar su atención. Es de resaltar la naturalidad y sencillez en el modo en que la autora convierte en conversación íntima su diálogo con la diosa, haciéndola partícipe de sus deseos desvelando a sí su complicidad. El himno a Afrodita convierte así en palabras de ardiente intensidad el anhelo de amor de Safo.
A la arriba recogemos el papiro que conserva gran parte de poema escrito por Safo, el único que ha llegado hasta nuestros días.
A la arriba recogemos el papiro que conserva gran parte de poema escrito por Safo, el único que ha llegado hasta nuestros días.